EUROPA PRESS. Una revisión de estudios liderada por científicos de la Universidad de L’Aquila (Italia) ha determinado que el cacao puede considerarse un buen suplemento dietético tras constatar que ayuda a contrarrestar diferentes tipos de deterioro cognitivo.

La clave, según detallan en su artículo que publica la revista Frontiers in Nutrition, recuerdan que el potencial de este alimento puede estar en que se trata de una fuente rica en flavonoides, un compuesto natural con efectos neuroprotectores.

En la revisión analizaron todos los estudios encontrados en la literatura científica que medían el impacto de la exposición puntual o continuada de flavonoides del cacao en diferentes regiones cerebrales, para ver qué sucedía pocas horas después de su ingesta o más a largo plazo.

Aunque los ensayos controlados aleatorizados que investigan el efecto agudo de los flavanoides del cacao son escasos, la mayoría apuntan a un efecto beneficioso sobre el rendimiento cognitivo.

Los participantes mostraron, entre otros aspectos, mejoras en el rendimiento de la memoria y un mejor procesamiento de la información visual después de haber consumido cacao.

Y en el caso de las mujeres, vieron como el consumo de cacao después de una noche sin dormir servía para contrarrestar el deterioro cognitivo que conlleva la falta de sueño, que también repercute en la realización de tareas cotidianas.

No obstante, los investigadores constaron como los efectos dependían del tipo de pruebas cognitivas utilizadas para medir el efecto a corto plazo del consumo de cacao.

En adultos jóvenes y sanos, por ejemplo, se recurrió a una prueba cognitiva utilizada para identificar efectos inmediatos de los flavonoides.

Y en lo que respecta al impacto de un consumo más continuado, durante 5 días o 3 meses seguidos, los estudios se basaban en población de una edad más avanzada, en los que se vio que una ingesta diaria de cacao mejoraba factores como la atención, la velocidad de procesamiento, la memoria o la fluidez verbal.

A raíz de estos hallazgos, los autores se preguntan si el cacao debería convertirse en un suplemento alimenticio recomendado para mejorar la función cognitiva en determinados grupos de población, aunque también habría que tener en cuenta posibles efectos adversos.