Tengo ansiedad: Psicoterapia o Psicofármacos?
El miedo está relacionado estrechamente con la ansiedad. El miedo es una emoción intensa que nos ayuda a reaccionar ante situaciones peligrosas. Actúa ayudándonos a salvaguardar nuestra integridad y lo hace con rapidez y eficacia sobre nuestro organismo, activándonos y salvándonos de los peligros.
Pero, ¿qué pasa cuando el miedo aparece cuando no tiene que aparecer? Pasa que estaríamos sufriendo un trastorno de ansiedad. Es decir, tendríamos la misma emoción de miedo, pero ante situaciones que NO entrañan ningún peligro objetivamente. Y es aquí donde se origina el problema y dónde empezamos a buscar una solución.
Yo no tengo nada en contra psicofármacos, pero muchos ansiosos creen que la medicación les curará, y no es así! Es un recurso más, pero si nos acostumbramos a él, la pastillita se hará imprescindible en nuestras vidas, y necesitaremos cada vez más dosis para que sean efectivas.
Por lo tanto, podemos tomarnos una benzodiacepina cada vez que nos sintamos ansiosos, anticipando “una catástrofe subjetiva”, y no aprender nada sobre nosotros mismos y nuestra ansiedad o podemos buscar ayuda en la Psicoterapia y conseguir lo siguiente:
1. Neutralizar los síntomas físicos con algún método de relajación o ejercicio aeróbico
Palpitaciones, inquietud, falta de concentración, irritabilidad, tensión en los músculos, trastorno en el sueño, etc., estos síntomas se atenuarán o resolverán practicando algún deporte (como correr, ir en bici, etc.) o relajación con mindfullness, por ejemplo.
2. Tomar conciencia de tus preocupaciones
Toma nota de tus preocupaciones en un papel: su duración, el nivel de ansiedad que te producen (por ejemplo, puntuándolas de 1 a 10) y el tipo (son preocupaciones sobre problemas que ya existen o hipotéticos).
3. Aprender técnicas que te ayuden a manejar la ansiedad
La fundamental es aumentar la tolerancia a ella, y para conseguirlo debes dejar de hacer todo aquello que normalmente realizas para evitarla: no delegar, no dudar de tus propias decisiones, no comprobar una y otra vez lo que has hecho porque pensabas que no estaba correcto.
4. Cuestionar la utilidad de tu preocupación
¿Te sirve de algo preocuparte por algo que aún no ha pasado?
5. Entrenar tu capacidad para resolver problemas
Reconocer los problemas antes de que sea demasiado tarde, asumirlos como parte normal de la vida, verlos como una posibilidad de crecer y no como una amenaza.
6. Aprender a diferenciar
Es importante que aprendas a diferenciar entre verdaderos problemas y cuando son solo síntomas.
7. Usar la Neuroplasticidad
Recuerda que en el momento en que empiezas a aprender o a entender algo, cada vez que te cuestionas una creencia, o cada vez que observas un problema desde una perspectiva diferente, se crean nuevas conexiones neuronales que empiezan a modificar el cerebro, tomando el control de tus síntomas y evitando que te hagas dependiente de los psicofármacos.
Equipo Maché Blog