Mi zona de confort
David Topi. La zona de confort es un estado de comportamiento en el cual operamos en una condición de “ansiedad neutral”, utilizando una serie de conductas para conseguir un nivel constante de rendimiento sin sentido del riesgo. Permanecemos pasivos ante los sucesos que experimentamos a lo largo de la vida, desarrollando una rutina sin sobresaltos ni riesgos, pero también sin incentivos.
Así, mientras hacemos cosas o estamos en sitios que nos resultan “familiares”, nos sentimos cómodos.
La zona de confort es todo aquello que nos rodea, y a lo cual nos hemos acostumbrado, tenemos “dominado” y forma parte de nuestra rutina. Precisamente por querer estar siempre dentro de la zona de confort, nunca nos dedicamos a hacer nada “nuevo“, que nos resulte “interesante” o “motivante”, ya que las cosas nuevas son “desconocidas”, puede que “peligrosas” o simplemente “desconcertantes”.
Pero lo que hace a una persona ser capaz de alcanzar cada vez más y mejores metas, es hacer cada vez más y más cosas que expandan su zona de confort. Si hago deporte y corro cada día 2km, mi zona de confort se planta en ese límite y me resulta cómodo correr 2km sin estresarme mucho. Sin embargo, si un día decido correr 10 km y veo que lo puedo hacer, y lo sigo haciendo, mi zona de confort se ha expandido enormemente con los consecuentes beneficios para mi cuerpo.
La zona de confort es un concepto abstracto que se aplica a cualquier situación: nuestro trabajo y nuestras tareas, nuestros amigos, nuestro entorno. Si queremos mejorar y llegar más lejos tenemos siempre que ampliar nuestra zona de confort. Cuando me pidieron en GEO publicar mi primer reportaje en una revista de viajes, eso estaba fuera de mi zona de confort, ya que eso de que algo firmado por ti apareciera en una revista que leía mucha gente era algo nuevo. Sin embargo, al segundo reportaje ya era normal y, al tercero, ya estaba esa posibilidad más que adaptada en mi nueva zona de confort. Ahora me resulta de lo más normal que si me pongo a escribir un libro pueda llegar a verlo publicado en cualquier librería. Ni se me pasa por la cabeza que eso este fuera de mi alcance.
Expandir la zona de confort es un ejercicio realmente bueno cada día.
Qué puedes hacer hoy para incorporar algo nuevo a tu entorno?
Se trata de sentirnos seguros y a gusto haciendo cosas cada vez más “complicadas” (hasta que las pruebas y ves que no lo eran tanto, sino solo la percepción de quien lo veía desde el exterior).
Para una persona hacer algo puede ser un desafío total, y para otra que lo ha hecho mil veces puede ser simplemente cuestión de rutina. Correr un poco más lejos, visitar un sitio nuevo, aprender un nuevo idioma, apuntarte a un nuevo curso para aprender una nueva habilidad, etc. Cuanto más grande sea tu zona de confort, más seguro estarás de ti mismo en todo aquello que te propongas.
David Topi, adaptación de Equipo Mache Blog
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