3 MIEDOS QUE ESTAN SABOTEANDO TU EXITO
El miedo es un instinto de supervivencia, un programa con el que
venimos equipados para evitar la muerte.
Para el homo sapiens exigente de hoy, comerse un buen filete solo
requiere cogerlo del Súper. Buscar comida ya no representa una
posibilidad de morir y por eso el instinto primitivo del miedo se
resignó a un papel secundario como agente saboteador. Aún en este
rol, el miedo es tan poderoso que puede controlarnos hasta
paralizarnos del todo. Existen 3 miedos típicos que sabotean nuestro
éxito. Te gustaría eliminarlos para siempre?
1- No podré lograrlo
Esta es una peligrosa creencia. Afirmamos que no lograremos algo,
aún sin intentarlo, cobijados en la seguridad de lo conocido.
Esto es normal. Desde Ulises hasta todos los grandes héroes han
tratado de esquivar su misión para evitar el dolor. En el fondo solo
protegen su ego. Aunque el éxito es casi certero, la sola posibilidad
del fracaso es emocionalmente muy cara.
Lamentablemente, nuestra aversión al dolor es una píldora
altamente adictiva, que impide el crecimiento personal hasta
detenerlo por completo.
Cómo elimino el “No podré lograrlo”?
Descubre la mentira: Mientras no podamos verificar que realmente
fallaremos entonces el veredicto es auto sabotaje en primer grado.
Acepta el dolor: No le temas. No busques paliarlo.
Recuerda cuando has estado equivocado: ¿Recuerda las ocasiones en
que tenías la certeza de no poder lograr algo y al final lo lograste?
2- No tengo dinero
El “no tengo dinero” en el fondo se trata de “no tengo seguridad” sin
embargo, la certeza absoluta no existe. ¿Recuerdas el Transbordador
espacial Challenger? A pesar de los exhaustivos cálculos y cuidados
de la NASA,para que todo funcionase bien la nave explotó a 73
segundos del despegue.
Cómo elimino el “no tengo dinero”?
Empodérate con información y actúa: Investiga, calcula y habla con
otros: acceder a información minimizará los riesgos pero no los
eliminará. Finalmente toma una decisión, no la postergues.
Juega con las cartas que te tocaron y busca ganar. Persiste por el
resultado que deseas conseguir. El éxito siempre está más adelante,
en el intento dos, el tres o el veinte.
Identifica la trampa: Requerir certeza absoluta antes de dar un paso
es una trampa; así nunca das el paso y la oportunidad se esfuma.
Atrévete. Enfrenta tu miedo real y no lo encubras.
3- No tengo tiempo
El “no tengo tiempo” es un efectivo comodín: nos posiciona como
mártires y altruistas, así, no aceptamos nuevos retos porque podrían
restar tiempo de aquellos que nos necesitan. Aunque suena
abnegado y noble con frecuencia es el egoísmo lo que nos mueve y
solo significa “no es mi prioridad”.
En otras ocasiones, cuando nos intimida una meta, o si no tenemos
claro cómo abordarla tendemos a posponerla. No podemos permitir
que nuestras inseguridades y la resistencia natural a dar el primer
paso se conozcan entre sí.
Cómo me deshago de el “no tengo tiempo”?
Borra todo y reacomoda tu agenda desde cero. Delega o cancela.
Ponle fecha y hora a tus metas. No muerdas el anzuelo de la culpa.
Busca el mejor balance y acepta que nunca será perfecto. Cree en tus
decisiones: Si no respetas tus propias decisiones, ¿quién lo hará? Si
requieres tiempo para realizar un sueño o emprender un nuevo reto
entonces otórgatelo; es tu derecho y tu obligación. No dudes de si tu
idea es buena o mala; el tiempo se encargará de validarla.
Ante todo, recuerda vivir tus miedos, antes de eliminarlos. Aunque
en el pasado el miedo significaba que un mamífero hambriento nos
quería como aperitivo, hoy día casi siempre representa la antesala
del éxito, la forma del cuerpo de celebrar grandes acontecimientos
como encontrar el amor o lograr el triunfo. ¿Recuerdas la última vez
que sentistes temor antes de lograr el éxito?
