Mi pareja tiene ataques de ira

Mi pareja tiene ataques de ira

by in Uncategorized 08/02/2023

Responder a los ataques de ira de la pareja con indiferencia o con más
hostilidad solo agrava el problema. Así, hoy nos preguntamos cómo
podemos actuar de manera inteligente en estos casos.


Cuando es la pareja la que tiene ataques de ira, la situación puede resultar
muy incómoda y dolorosa; por ello, queremos mostrarte algunas formas en
las que puedes afrontarla.
Porqué se comporta así?


Como primer punto, cabe resaltar que no todas las personas que tienen
ataques de ira son iguales. Por un lado, se encuentran aquellas que
adoptan esta tendencia de forma repetitiva y no se responsabilizan de sus
actos. Estos individuos utilizan la agresividad para manipular y someter a la
pareja, culpando al otro por desatar su furia.
Por otra parte, hay quienes realmente tienen un problema de gestión
emocional, sin que sus ataques tengan una intención consciente. Estas
personas pueden experimentar emociones muy intensas que les desborden;
sus habilidades comunicativas son escasas y suelen ser
especialmente sensibles a la crítica o al rechazo.
Sin embargo, sus comportamientos verbalmente agresivos son menos
frecuentes, y la persona asume su responsabilidad, admite su error y se
disculpa. No trata de “echar balones fuera”, sino que es consciente de que
tiene un problema que se escapa a su control. Esta diferencia es crucial a
la hora de decidir cómo actuar. En el primer caso, la mejor decisión que
podemos tomar por nuestra salud y bienestar es adquirir autonomía del

vínculo, con ayuda profesional si es necesario. En el segundo caso, en
cambio, podemos optar por otro tipo de estrategias de afrontamiento.
Comprendiendo a la pareja que tiene ataques de ira


Comprender a la pareja que tiene ataques de ira no implica justificar su
comportamiento; conocer cómo pierde el control sí es un primer paso para
afrontar la situación. Es importante tener en mente que este tipo de
reacciones descontroladas surgen ante una reminiscencia del
pasado. Quien habla y actúa en estos casos puede no ser el adulto, sino
el niño herido que revive situaciones dolorosas o amenazantes. Por
ejemplo, si una persona sufrió críticas y humillaciones en su infancia, puede
tener un nivel de sensibilidad muy bajo para identificar una situación como
amenazante. O si la persona se sintió ignorada, rechazada o abandonada
por sus progenitores, puede reaccionar de forma desproporcionada ante
cualquier expresión de indiferencia que haga el otro.
En los primeros años de vida, no contamos con demasiados recursos para
defendernos de los ataques del medio; y la ira puede haber sido nuestra
única vía para proteger nuestra integridad. De este modo, seguimos
utilizándola de adultos, de manera automática, aunque ya no resulte
funcional.
Qué hacer cuando la pareja tiene ataques de ira?


Ahora que entendemos mejor de dónde proviene la ira, podemos optar por
ayudar a la pareja a regular estas emociones desbordantes. Por lo general,
nuestra primera reacción es la de salir de la escena y dejar a esa persona
sola o responder con un nivel alto de hostilidad. Sin embargo, para alguien
en ese estado de ira esto puede verse como un rechazo, algo que puede
dotar todavía de más energía a su reacción.
En realidad, en este tipo de situaciones solo queremos y necesitamos ser
escuchados, aunque nuestras formas no sean las adecuadas. Por ello, si
logras controlar tu propio estado emocional y validar el sentir de tu
pareja es probable que su arrebato se reduzca mucho antes.
Esto no es, en absoluto, sencillo de poner en práctica. Ante una agresión, lo
que nos pide el cuerpo es que nos defendamos; sin embargo, calmarnos,
respirar y mostrar empatía puede ser más productivo.
Procura no tomarte de forma personal lo que está ocurriendo, pues
recuerda que aunque vuestra discusión ha sido el detonante de la ira, el
origen es mucho más antiguo y profundo, y tiene más que ver con tu pareja
y su propia historia que contigo.
Así, trata de responder en un tono sosegado y demuestra que tienes interés
en escuchar lo que siente tu pareja. Para ello, puedes hacerle preguntas
respecto a qué le ha molestado y qué le habría gustado que ocurriera en su
lugar. Escucha con atención para comprender, no para responder, y ábrete
a la posibilidad de reconocer tu parte de responsabilidad.
Aunque no lo creas, esta buena disposición hará que el estado emocional
de tu compañero se vaya apaciguando y se muestre también más dispuesto

a escucharte y considerar tu punto de vista. Eso sí, todo este proceso ha de
realizarse de forma genuina, sin un tono de condescendencia o de
paternalismo. Al fin y al cabo, queremos mostrarle a la otra persona que es
realmente vista, escuchada y tenida en cuenta.


Protégete de la violencia


De nuevo, es importante remarcar que esta no es una estrategia válida para
todos los casos. Únicamente será funcional si ambos miembros de la pareja
se profesan amor y respeto y ambos están comprometidos e involucrados
en hacer que la relación mejore. Si tu compañero se muestra
constantemente déspota, agresivo, narcisista o manipulador, no hay excusa
para permitir ese trato y ante todo debes protegerte y tomar decisión.
Por último, es fundamental comprender que los problemas de ira suelen
requerir un abordaje profundo y quien los padece debe comprometerse a
buscar ayuda profesional para aprender a regular sus impulsos y gestionar
sus emociones. Como hemos comentado, la comprensión no es una carta en blanco para que nos dañen reiteradamente

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

    Cart