Qué te impide lograr el éxito?

Qué te impide lograr el éxito?

by in Artículos, Creencias, Potencial humano, Psicología 06/11/2015

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Cuando se hace tan difícil lograr el éxito, no es que el Universo nos esté negando la oportunidad, es que nosotros mismos -inconscientemente- estamos evitando que llegue lo que tiene que llegar.

Nuestra percepción del mundo consiste en una combinación de creencias que nos ayudan y otras que nos impiden avanzar en el camino hacia nuestras metas. Hay muchas cosas que asumimos como verdades (creencias) que en lugar de ayudarnos nos perjudican. Es importante descubrir cuáles son y hacer cambios de conducta para acabar con esas barreras que nuestra conclusión errónea ha creado. Sé que siempre existirán obstáculos en el camino, sin embargo, si ya acabamos con los obstáculos que vienen de nuestras propias creencias limitadoras, te habrás facilitado enormemente el recorrido.

Revisa tus creencias sobre la realidad

Solamente podemos actuar en concordancia con los límites de realidad que nosotros mismos u otros nos han impuesto. Según las experiencias que tengamos en la vida, son los comportamientos y creencias que se van quedando como “realidades” que, muchas veces, al paso de los años, ya no son útiles y sin embargo, las seguimos utilizando. Para que podamos rebasar esos límites que nos hemos impuesto y que hemos aceptado inconscientemente, primero tenemos que cambiar esas creencias y actualizarlas, de manera que podamos hacer los ajustes necesarios de conducta para lograr los resultados diferentes que deseamos. No puede haber resultados diferentes si sigues con el mismo comportamiento y pensamiento, debes cambiar estos últimos para que cambie el primero.

Cómo puedes encontrar tus creencias limitadoras

Para que comprendas mejor qué es una creencia limitadora, es una suposición acerca de la realidad, que no es verdad, y es por ello que te está bloqueando.
Para que nuestras acciones tengan el mayor efecto positivo, necesitamos tener creencias que estén lo más cercanas posibles a la realidad. Si nos decepcionamos esto nos alejará del logro de nuestras metas. Ya que la percepción humana y la realidad son fundamentalmente dos cosas diferentes, siempre tendremos creencias que nos limitan porque es imposible eliminarlas todas. No obstante, a través de una observación continua, podremos al menos comenzar el proceso de disminuir la distancia entre la realidad y la percepción que tengamos de ella.

Observar

Es necesario observar el mundo con cuidado para saber qué cosas funcionan y cuáles no. Observa las cosas desde diferentes puntos de vista. Es muy probable que algunas de tus creencias limitadoras se deriven de ser exageradamente cínico, o exageradamente ingenuo y confiado. Intenta diferentes puntos de vista, para que llegues a una conclusión más cercana de lo que es la realidad. Hay que observar sin tener un punto específico en mente, solamente para encontrar nuevas ideas y los malos hábitos, y para eso se necesita práctica; no estamos acostumbrados a observarnos a nosotros mismos o a los demás haciendo las cosas, vivimos en “piloto automático” y reaccionamos de la misma manera según los hábitos y creencias que tengamos arraigados y a los cuáles no les hemos dado el tiempo de revisar si todavía nos sirven o si nos están ayudando.

Debes practicar un estado de conciencia mental en el cual te des cuenta de lo que está sucediendo a tu alrededor y eso te facilitará identificar qué es lo que tienes que cambiar en tus conductas o hábitos para poder cumplir tus objetivos. Esto requiere de tiempo, disciplina y persistencia. De todas formas seguirás observando la realidad a través de los lentes de tus creencias actuales, pero los lentes solo pueden distorsionar una imagen, no cambiarla completamente, a menos que estés enfermo. Con la práctica podrás identificar cómo es que tus suposiciones e ideas están distorsionando la realidad. En otras palabras, estarás observando el mundo no para ver más cosas de él, sino para ver cómo es que “tus lentes” que observan al mundo, toman diferentes conceptos y los distorsionan de maneras similares.

Dándote cuenta de las similitudes en tus percepciones de cosas totalmente diferentes, sabrás que son creaciones artificiales de la realidad y no la verdad objetiva en sí. Esto te dará una mejor idea de cuáles son las creencias internas que debes cambiar. Cuando hagas esto exitosamente por primera vez, es un momento de descubrimiento, como ver algo con absoluta claridad, por primera vez, como quitarte las gafas de sol y ver más claramente los colores reales de todo lo que te rodea.

Mantente abierto a nueva información

Para que puedas encontrar las creencias que te están impidiendo lograr lo que deseas y cambiarlas, es necesario que estés abierto en todo momento a la nueva información que te puede llegar. Si te mantienes abierto, podrás ver de la manera que otra persona ve o hace las cosas y, utilizando la experiencia y creencias de otros, esto te puede ayudar a acelerar el proceso del cambio. Lee y aprende de lo que otras personas tuvieron que pensar y creer para cambiar comportamientos difíciles en su vida como dejar de fumar. Una creencia que no puedes cambiar es aquella que mantiene a la persona adicta. De hecho, mantenerse abierto a nuevas ideas es en sí una creencia, una de las que sí te ayudan.

Es sumamente importante que estés abierto a nuevas ideas si deseas mejorar y superarte. Esto no solo significa que cuando encuentres una nueva idea la utilices en tu beneficio, es también sobre las ideas que no te gustan.

Cultiva una curiosidad por ambas ideas, aquellas que sientes cómodas y maravillosas y las que sientes incómodas y te dan miedo, porque son estas últimas las que más te van a ayudar. También recuerda que estar abierto a nuevas ideas no significa aceptarlas todas, sino examinarlas y decidir si te quedas con ellas o las rechazas.

Probando la nueva información

Puedes observar y mantener tu mente abierta, pero nunca encontrarás tus creencias limitadoras hasta que pruebes algunas nuevas. Cuando encuentres las áreas de tu sistema de creencias que necesitan una modificación, aplica cambios y prueba con ellos, para que observes si lo estás haciendo mejor que antes o no. Sin embargo, si lo intentas solo por unas horas o un par de días, nunca sabrás si la idea era realmente buena, necesitas hacerlo por lo menos durante 30 días y cuantos más, mejor. Será incomodo, porque será un comportamiento que no tenías y que estás tratando de adquirir, es por ello que la insistencia durante un lapso de un mes como mínimo, te dará la práctica que necesitas para sentirte más a gusto con la nueva conducta y definir si es mejor que lo que hacías antes, porque si la respuesta es no, puedes aplicar otra modificación y practicarla hasta que encuentres el cambio exacto que necesitabas, para que sea una creencia que te apoye en lugar de limitarte. Ve marcando un calendario desde el día en que decidas practicar un cambio de hábito, para que estés seguro del tiempo que debes hacerlo y vayas observando que, según pasen los días, te irás sintiendo más cómodo con el nuevo comportamiento.

La clave aquí es la objetividad con la que te observes, para decidir si el cambio ha sido favorable o si debes seguir intentando nuevas cosas, y aquí objetividad significa separar las emociones de tu análisis para evitar que te impidan ver las cosas como son y no como tú las quieres imaginar.

Equipo Maché Blog

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  1. […] biológicamente) antes que atreverse a confrontarse consigo mismos y tener que admitir las propias limitaciones, que por demás, cualquier ser humano […]

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